hace tiempo hubo una casa
del color de las nubes en la
aurora
de mañanas azules y doradas
era aroma de café y de horas
lentas
un derroche de gorriones y
palabras
era el sol a las tres de
la mañana
luz en los labios
y más luz
y color de vino
y sabor de piel
una casa cargada de presente
una casa para siempre
risa solemne
risa solemne
como debe ser la risa
pero al fin se hizo un silencio
tan rotundo
que alumbró la palabra
tan callada
y rompió los cristales
de esta casa
y es ahora, esta casa
de nostalgia
ruina de luz, rendida y vieja
oscura de silencio,
quebrada y miserable
renegada de sí,
olvidada de voz
una casa sin tiempo
una casa para nunca
para siempre
nunca
Escribe Juan Gelman:
ResponderEliminarno es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal
Y digo yo:
Tú eres la casa, en ti habitan las casas que serán; no claves los cimientos en la oscurecida ventana de la memoria. No hay ninguna verdad en ella. Solo un café frío y un cuadro torcido de alguien que ya no reconoces.
Mil gracias. Este rincón desordenado de palabras por hacer, te da la bienvenida, a ti desde el principio y a tu voz desde hoy, sigue hablando, por favor.
EliminarMis primeros seguidores, Lidia y tú. ¿qué mejores padrinos podría desear?
Y sí, esta casa siempre en construcción, también va necesitando alguna reforma y los operarios andan ya descargando bártulos para tirar tabiques y abrir ventanas de futuro, estamos en marcha.
Abrazo, inmenso abrazo