hace tiempo hubo una casa
del color de las nubes en la
aurora
de mañanas azules y doradas
era aroma de café y de horas
lentas
un derroche de gorriones y
palabras
era el sol a las tres de
la mañana
luz en los labios
y más luz
y color de vino
y sabor de piel
una casa cargada de presente
una casa para siempre
risa solemne
risa solemne
como debe ser la risa
pero al fin se hizo un silencio
tan rotundo
que alumbró la palabra
tan callada
y rompió los cristales
de esta casa
y es ahora, esta casa
de nostalgia
ruina de luz, rendida y vieja
oscura de silencio,
quebrada y miserable
renegada de sí,
olvidada de voz
una casa sin tiempo
una casa para nunca
para siempre
nunca