- ¡Pido a sus ojos clemencia!
Motivo y juez de esta causa
que es un tormento sin pausa
la condena de su ausencia.
Resuelva usted mi inocencia,
pues, si terco es Corazón,
¿qué culpa es Obstinación?
¿Perdida está la contienda,
sin razón que razón entienda,
si es razón del corazón?